ansiedad
La ansiedad es una respuesta de anticipación de nuestro organismo frente a estímulos que pueden ser internos o externos, ya sean pensamientos, ideas, hechos, etc. Todo esto es percibido por nosotros como amenazas o peligros, y generalmente están acompañados de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos (manifestación física) de tensión. Es una señal de alerta que nos anuncia y advierte sobre un peligro inminente y nos permite adoptar las medidas necesarias para enfrentar la amenaza.
La ansiedad suele ser un estado emocional normal frente a determinadas situaciones y es una respuesta normal y habitual frente a hechos o pensamientos estresantes. Por esta razón es que ciertos grados de ansiedad son incluso deseables para el manejo normal de las exigencias a las que estamos sometidos a diario. Pero cuando ésta sobrepasa una cierta intensidad y afecta nuestra capacidad de adaptarnos al entorno, ésta se convierte en una patología que puede provocarnos malestar con síntomas físicos, psicológicos y conductuales. Es en este momento cuando se debe tratar con ayuda profesional.
–
crisis de pánico
El ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas severas cuando en realidad no existe peligro real. Cuando el ataque de pánico comienza, se puede sentir pérdida de control, sensación de un inminente ataque cardíaco o incluso de que hay una posibilidad de morir.
Generalmente las personas tienen sólo unos pocos ataques de pánico en la vida: el ataque no vuelve a aparecer si es que la situación de estrés que la causó se resuelve. Por otra parte, si es que una persona sufre de ataques de pánico recurrentes y siente un miedo constante de sufrir un próximo ataque, es probable que esté sufriendo de trastorno de pánico. Esto no pone en ningún caso en riesgo la vida de las personas, sin embargo puede provocar mucho miedo y afectar de manera significativa la calidad de vida. Generalmente el tratamiento con terapia suele ser altamente efectivo.
–
duelo
El duelo es la respuesta a la pérdida, particularmente a la pérdida de alguien o algo que ha muerto, con lo cual se formó un vínculo o afecto. Aunque convencionalmente se enfoca en la respuesta emocional a la pérdida, también tiene dimensiones físicas, cognitivas, conductuales, sociales, culturales y espirituales. Si bien los términos se usan indistintamente, el duelo se refiere al estado de pérdida, y el dolor es la reacción a esa pérdida.
El dolor asociado con la muerte es familiar para la mayoría de las personas, pero las personas se lamentan en relación con una variedad de pérdidas a lo largo de sus vidas, como el desempleo, los problemas de salud o el final de una relación. La pérdida se puede clasificar como física o abstracta, la pérdida física está relacionada con algo que el individuo puede tocar o medir, como perder a un cónyuge por muerte, mientras que otros tipos de pérdida son abstractos y se relacionan con aspectos de las interacciones sociales de la persona.
–
psicoterapia individual
La psicoterapia se refiere a una gama de tratamientos que pueden ayudar con problemas de salud mental, desafíos emocionales y algunos trastornos psiquiátricos.
Su objetivo es permitir que los pacientes o clientes comprendan sus sentimientos y lo que los hace sentir positivos, ansiosos o deprimidos. Esto puede equiparlos para hacer frente a situaciones difíciles de una manera más adaptativa.
A menudo, la terapia dura menos de 1 año; Las personas que están ansiosas por cambiar y están dispuestas a esforzarse a menudo informan resultados positivos.
La psicoterapia puede proporcionar ayuda con una variedad de problemas, desde depresión y baja autoestima hasta adicciones y disputas familiares. Cualquiera que se sienta abrumado por sus problemas y no pueda hacer frente puede beneficiarse de la psicoterapia.